martes, 16 de agosto de 2011

De que sirve la historia si no aprendemos de ella, si no la utilizamos para un mundo mejor, ya vimos que Menem y sus políticas liberales solo sirvieron para destruir el país, la industria nacional, la salud, la educación y solo enriquecer a unos pocos. Ya vimos lo que pasó con los radicales que se fueron en helicóptero y junto con ellos la política nacional implotó. Ya sabemos a donde nos llevan los consejos del Fondo monetario internacional. Porqué, si ya lo vivimos no aprendemos que es mejor apoyar a aquellos que muestran es sus actitudes un apoyo al campo nacional, dando trabajo, invirtiendo en salud, educación e industria.
            No es un apoyo ciego tampoco, sino consciente que enfrente no nos espera más de lo que ya vivimos y que de este lados se pueden seguir reclamando cosas como la modificación de la ley de entidades financieras,  detener el avance de las universidades privadas, una explotación de nuestros recursos naturales con sentido nacional, profundizar la industrialización nacional, diluir los oligopolios y monopsonios, nacionalizar los resortes fundamentales de nuestra economía, entre otras muchas cosas que solo podemos reclamar a este gobierno.
            Porque es un mundo posible que se encaró desde Mariano Moreno y la historia mitrista dejó de lado, porque ya nuestros próceres como San Martín Y bolívar imaginaban. Porque hoy es cuando podemos. Porque es momento que los argentinos nos hagamos escuchar.

¿De que serviría la historia de otra manera, si no fuera para comprendernos en ella, sentirla parte de nuestra vida y exigirle que nos provea la clave del provenir? Jorge Abelardo Ramos

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